RESEÑA
VIDA DE UN ESCLAVO AMERICANO CONTADA POR ÉL MISMO
Autor: Douglass, Frederick
Título: Vida de un esclavo americano contada por él mismo.
Editorial: Capitán Swing
Año: 2010
Escrita por Frederick Douglass, Vida de un esclavo americano contada por él
mismo narra sus años de esclavitud y cómo consiguió escapar de ella.
Publicada en 1845, cuando Douglass calcula que tendría unos veintisiete años de
edad, constituye un relato tan estremecedor como esperanzador.
Nacido en Maryland y separado de su
madre pocos meses después de nacer, Douglass pasará a ser una propiedad más de
varios amos a lo largo de su vida. Totalmente alejado de cualquier atisbo de
libertad, debía estar disponible las 24 horas del día para sus amos,
informarles de todo lo que hacía e incluso agradecer el cuidado excepcional que
recibía cuando le preguntaran por ellos (aunque trataran mejor a sus mascotas
que a los esclavos). Desde pequeño presenciará atrocidades inimaginables, como
ver a su tía con los brazos totalmente estirados colgando de un gancho
soportando azotes en su cuerpo desnudo y horribles blasfemias que el amo le
gritaba. Al más puro estilo de Beethoven en sus sinfonías, Douglass consigue
transmitirnos todo el dolor y angustia que siente con sus palabras, y como esto
es posible, gracias al “error” que cometió la esposa de uno de los amos
enseñándole a leer. La educación se convierte en algo tan importante para él
que no duda en poner su vida en peligro cada día para aprender un poco más, lo
que le llevará a desear tanto la libertad como para pensar en cualquier forma
de escapar. Con ayuda de algunos abolicionistas en Massachussets conseguirá su
libertad, convirtiéndose en una de las voces más reconocidas del movimiento
antiesclavista y viajando a numerosos países para dar a conocer la realidad de
los esclavos americanos en sus conferencias.
Quizá una de las partes que más
impacte es cuando describe la severidad con que los amos castigaban a sus
esclavos hasta no poder moverse y cómo disfrutaban con ello. Otros no tenían la
suerte (o desgracia) de seguir vivos, en cualquier momento su amo alzaba el
fusil y ponía fin a sus vidas. De Douglass es admirable su valentía, pues pese
a que el primer intento de fuga falló él continuó adelante, pero sobre todo su
persona, ya que aunque su vida estaba repleta de mal él nunca dejó de lado su
humanidad. Cualquier ser humano en su situación podría dejar de serlo y
convertirse precisamente en lo que los amos querían: máquinas sin sentimientos,
incapaces de confiar ni empatizar con nadie. Douglass no se rindió, y sufría
por sus amigos y su esposa incluso más que por él mismo. Siempre trató de
ayudarlos y animarlos a huir con él. El propio Frederick cuenta que, si algo le
hizo vacilar en su decisión más que el primer intento fallido de huida, eso fue
el amor de sus amigos. Sobre el momento en que consiguió escapar, escribió: “Me
han preguntado muchas veces cómo me sentí cuando me encontré en un estado
libre. Escribiendo a mi amigo querido, inmediatamente después de mi llegada a
Nueva York, dije que me sentía como quien ha escapado de un cubil de leones
hambrientos”.
Pese a la dura vida que le tocó
vivir, nuestro autor manifiesta su amor al cristianismo puro, pacífico e
imparcial de Cristo; un cristianismo totalmente alejado del que se daba en
América, al que califica como corrupto, esclavista, azotamujeres, expoliacunas,
parcial e hipócrita; uno que hace todas sus obras para que lo vean los hombres
proclamando su amor al Dios que no ven mientras odian al hermano que han visto,
rezando por el pagano del otro extremo del mundo mientras desprecian al que
tienen en su puerta.
Así Douglass nos muestra la
situación a la que tuvo que hacer frente Estados Unidos durante varios siglos.
La esclavitud fue un factor primordial en la acumulación de riqueza en este
país en la primera mitad del siglo XIX. El ciclo de vida reproductiva de las
mujeres esclavizadas se componía de violación, embarazo, dar a luz en un campo
y, con poca o ninguna recuperación, entre seis y doce semanas después, podía
estar embarazada de nuevo. Eran violadas legalmente y no tenían derecho a sus
cuerpos, a sus hijos ni a rechazar la cría forzada. El primer paso para acabar
con esta situación lo dio Abraham Lincoln en 1863 con la Proclamación de Emancipación,
como resultado de una guerra civil entre los estados del norte y los estados
confederados del sur donde la esclavitud seguía vigente. Tras la victoria del
norte se promulgaron leyes de liberación y derechos ciudadanos pero, durante la
mitad del siglo XX, la condición de los afroamericanos parecía no cambiar,
especialmente en el sur, donde vivían segregados, perseguidos, desempleados y
discriminados. Se llevaron a cabo marchas, manifestaciones y congregaciones por
los derechos civiles principalmente liderados por Martin Luther King.
Actualmente sigue existiendo una desigualdad para el empleo, la educación, el
sistema judicial… Por no hablar de los diversos conflictos sociales a causa del
racismo, algo que no puede ser tolerado en pleno siglo XXI. Por todo esto y
mucho más, esta obra continúa siendo un referente dentro de la literatura
reciente de Estados Unidos y en general de Occidente.
Laura González Ortiz. 2º Bach D.